Este cuento trata de un periodista extranjero que esta investigando sobre la exportación de cueros.
El iba de un lugar a otro, todos le decían "la culpa no es mía", culpa es de los carniceros.
El fue donde los carniceros y ellos le dijeron la culpa no mía la culpa no es mía , culpa es de los ganaderos que gastan muy poco dinero en las picaduras de las vacas, y las marcan por todo lado para evitar que se las roben y terminan dañando los cueros.
El investigador se dirigió a donde los ganaderos y el también le respondieron: la culpa no es de nosotros, esas estúpidas vacas se restriegan contra los alambrados para aliviarse de las picaduras.
La conclusión de periodista extranjero fue: que Colombia en mercado ganadero no puede competir contra el de estados unidos “por que sus vacas son estúpidas“
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